Comienza algo nuevo. Un nuevo principio que empieza igual que un final. No sé si eso es mala señal o, sin embargo, abre un horizonte de incertidumbre difuso y tenuemente atractivo. E incluso esperanzador. Quizá, sólo quizá.
Al mirar atrás sólo veo lo que fui y no lo que seré.
Fui un Gavrila, fui un Almibar y ahora... soy un clochard moribundo.
Uno, que no es capaz de aceptar una curativa botella de ron.
Al mirar atrás sólo veo lo que fui y no lo que seré.
Fui un Gavrila, fui un Almibar y ahora... soy un clochard moribundo.
Uno, que no es capaz de aceptar una curativa botella de ron.